Hoy vamos a hablaros de nuestro producto estrella, las bolsas al vacío, y su importancia para la conservación de los alimentos.

Partimos del principio de que los alimentos se estropean al exponerse a temperatura ambiente, esto crea una proliferación de bacterias. Des de hace muchos siglos, existen diferentes métodos para enmendar este problema: congelación, salación, aceites, etc. En 1810, apareció el método de la conservación al vacío utilizando tratamiento térmico, pero esta era usada en recipientes de vidrio o metálicos.

No ha sido hasta hace bien poco que ha aparecido el envasado al vacío con bolsas de plástico que ha permitido envasar y conservar un alimento sin usar calor (como en las anteriores). Como objetivo general, el envasado al vacío tiene la función de impedir el crecimiento de determinados microorganismos existentes e impedir también los procesos oxidativos en los alimentos envasados.

Ventajas claras y directas de envasar al vacío.

1. El mismo sabor que el primer día: Los nutrientes, los aromas y el sabor de la comida se mantiene hasta 5 veces más. Cuando envasamos al vacío extraemos todo el aire, al no existir oxigeno ni deshidratación, los alimentos no se descomponen.
2. La comida que envasamos al vacío va a mantener toda su apariencia, textura y sin absorber olores. A esto le llamamos capacidad organoléptica.
3. No hay hielo: Si congelamos un alimento con humedad, esto se traduce en hielo para nuestro congelador. En cambio, si usamos bolsas de vacío, al no haber humedad, no se crea hielo.
4. Organización: Podemos adquirir los alimentos con tiempo, congelarlos y organizarnos mejor en nuestras compras. Especialmente para navidad donde podemos adquirir los alimentos en noviembre y conseguir un buen ahorro.
5. La cocina al vacío: Gracias al envasado al vacío, nació una nueva técnica culinaria llamada Sous Vide que se define por la cocción a baja temperatura de un alimento envasado al vacío manteniendo la textura, color y nutrientes del mismo.

¿Cuáles son las normas básicas de la conservación?

Hay un seguido de normas que tenemos que tener en cuenta cuando envasamos al vacío.

1. Hay que envasar el producto lo más fresco posible, generalmente pescados 1 día y carnes 3. Si no respetamos esta norma, su proceso de contaminación ya habrá empezado.
2. Tenemos que envasar el producto con la máxima rapidez posible y sin manipular demasiado el alimento.
3. Es ideal poder hacer la labor de envasado en una cocina fresca (temperatura del ambiente) y correctamente higienizada.
4. No superar un máximo de 6-21 días para productos frescos o 6 meses para congelados.

Y por último, queremos facilitados un sencillo truco: etiquetad las bolsas de envasado de vuestros alimentos para tener un control exacto de las fechas y nombre del producto.